sábado, 19 de junio de 2010

Castillo de San Carlos: Fortaleza zuliana


La Isla de San Carlos forma parte del municipio Almirante Padilla del estado Zulia. Constituye un polo turístico por sus opciones de hospedaje y servicios al visitante, además del valor natural de su vegetación y fauna. Pero no cabe duda que su principal atractivo es la edificación patrimonial más notable del Zulia: El Castillo de San Carlos de la Barra del Siglo XVII.
Se trata de una fortaleza levantada para protegerse de los piratas y fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1965. Al lado del Castillo funciona el Museo que ofrece varios servicios al turista. A continuación le ofrecemos un recorrido por este valor regional:

Su historia
A principios del Siglo XVII surgió la piratería como una nueva forma de lucro. Siendo Maracaibo la ciudad principal de esa región, fue el blanco de la avaricia de los piratas. Unos primeros saqueos motivaron al Gobernador de la Provincia Don Jorge de Madureira a solicitar ayuda al Reino Español. Una vez concedida la cédula para la construcción, se ordenó la fortificación de la barra de Maracaibo. Los trabajos comenzaron el 23 de febrero de 1679, y los materiales originales fueron traídos de Isla de Toas.
Para 1783, la construcción estuvo lista y comenzó el Castillo de San Carlos a ser protagonista de hechos que marcaron la vida de Venezuela. Muchas fueron las batallas luchadas y las guerras civiles y militares escenificadas en esta fortificación, causando importantes destrucciones en la estructura.
En 1965 fue declarado Monumento Histórico Nacional. Fue abandonado del todo por los militares en 1976, y luego de los saqueos de los mismos habitantes de la isla, se procedió en 1987 a su restauración a cargo de Corpozulia, como organismo promotor del turismo. Actualmente, Corpozulia desarrolla un programa de mantenimiento de todas las áreas de la fortificación.

Fortificación de la barra
La fortaleza tiene forma de estrella con cuatro baluartes: al norte San Carlos; al oeste San Jorge, al sur San Antonio y al este San Juan. Este castillo mide 400 metros cuadrados y tiene un aproximado de 6000 metros cúbicos de piedras. Sus paredes miden 6 metros de altura y su grosor es variado de uno a tres metros, por lo que se consideran unos muros macizos.

Para llegar a construirlo tardaron 104 años. La primera parte que edificaron fue el Casco Central, luego el rompe olas para evitar que el fuerte oleaje lo destruyera y 100 años después le construyeron los 19 calabozos que rodean el castillo. Allí metían a los prisioneros catalogados según los crímenes: Presos políticos, criminales y violadores.
Por esta ubicación de los calabozos, al momento de los ataques los prisioneros eran los primeros blancos en alcanzar. Literalmente eran “La carne del cañón”.
Las obras de restauración se trataron de hacer con los materiales originales; en vista de la dificultad, usaron otros alternativos pero siempre se respetó la esencia de la edificación.

Temibles hallazgos
Son muchas las historias y leyendas que se tejen alrededor de este castillo donde murió tanta gente. Los siguientes datos fueron aportados por Luz Morales, una de las guías turísticas que acompañan a los visitantes durante el recorrido:
- Para la construcción del Castillo trajeron a 400 esclavos. A ellos sólo les daban de comer agua y sal y cuando fallecían no eran enterrados, sino que usaban los cuerpos como rellenos de los muros. Esto se comprobó durante la restauración cuando encontraron en las paredes osamentas, cabellos y uñas.
- En los calabozos oscuros, encerraban a los prisioneros y sólo los sacaban una vez al mes. Por la suciedad y la oscuridad poco a poco iban perdiendo la vista y hasta el conocimiento. Aunado a ello, le quitaban el cubrimiento del piso para cuando el nivel del mar subiera, el agua se les filtrara y con los excrementos eso se convirtiera en un total desastre sobre el cual también tenían que comer y dormir.
- Los presos no podían dormir, ya que debían estar alertas por las cucarachas, ciempiés y gusanos, estas historias son narradas por José Rafael Pocaterra en su libro “Memorias de un Venezolano en la decadencia”, escrita apenas salió de esta prisión.
- Uno de los calabozos era conocido como el cuarto del olvido, pues sólo cabía un prisionero, quien tenía que estar de pie sin poder moverse y sobre su cabeza caía una gota de agua constantemente. Esta práctica fue conocida como la tortura china, y las personas eran retiradas cuando estaban muertas, pues la gota les perforaba el cráneo.
- La Garita del Fantasma, se conoce con ese nombre porque los militares que hacían guardias nocturnas escuchaban una voz que les decía: “Que te relevo que me relevas” y cuando volteaban no veían a nadie. Uno de ellos corrió sobre la plataforma del castillo y por la impresión se lanzó y murió. Otro fue encontrado muerto en la garita de una forma grotesca.
- Varias personas de la Isla comentan haber visto a una mujer vestida de blanco sobre la plataforma, se presume que sea la esposa de un militar que cuando fue a visitarlo éste se encontraba en medio de una riña y ella perdió la vida. Su nombre era: Estrella costa.

Resguardo de valores
Complementando este monumento, se construyó una edificación donde se muestran exhibiciones fotográficas de las fortificaciones del Caribe, armas y otros objetos hallados en los alrededores del castillo.
Entre estos objetos destacan los cañones que pertenecieron al Castillo. Los más importantes, por sus medidas y potencia, reposan sobre sitios turísticos de Maracaibo y los otros que se han podido rescatar se exhiben en este museo. De 46 sólo se recuperaron 13.
Así mismo se cuenta con un área destinada a la venta de artesanía. Este espacio también lleva por nombre Área de exposición y servicios del Castillo de San Carlos.

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