domingo, 13 de junio de 2010

Cabo San Román... El comienzo del sur


Es un camino de piedras coralinas. Toda una aventura llegar. Los paisajes xerófilos deleitan la vista y el ganado caprino le da la bienvenida. Allá a lo lejos se muestra imponente la “luz de los caminos acuáticos de Venezuela”. Listo. Llegamos al Cabo San Román. El punto más septentrional de Venezuela y Sudamérica.
Está ubicado en el extremo norte de la Península de Paraguaná y es una imponente formación rocosa que emerge del bravío mar, en la cual sólo se consiguen como únicas huellas humanas un faro y una cruz.
En lo más elevado del lugar, está instalado el nuevo faro que permite que su luz intermitente sea visible, en noches sin brumas, para guiar a los marinos que se encuentren a una distancia de hasta quince millas, cabe destacar que en las noches se divisan las luces de Aruba lo que le imprime un ambiente nostálgico y romántico a este sitio.

¿Qué refiere la historia?
El primer contacto del viejo mundo con este sitio fue a finales del siglo XV. A lo lejos se ve el cerro de Santa Ana, el cual divisó Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y Américo Vespucci, quienes al llegar a tierra firme, bautizaron al sitio con el nombre del santo de ese día, San Román, el 09 de agosto de 1499.

Para visitarlo desde el Este
Para llegar al Cabo de San Román lo más recomendado es irse por el Este de la Península, debe transitarse por la carretera asfaltada que sigue después de Piedras Negras. Luego comienza un trayecto de piedras coralinas y erosionadas cuyo recorrido puede realizarse con un vehículo normal, pero se recomienda uno de doble tracción.
Si es de los aventureros le recomendamos irse manejando usted mismo. Si prefiere resguardar sus neumáticos, solicite a alguna línea de taxi de la ciudad de Punto Fijo, que lo lleve a recorrer el este de la península y conocer las hermosas playas de Adícora, Buchuaco, El Supí y Tiraya, sin dejar de mencionar las Salinas de Cumaraguas.

La vuelta a la Península...
Al llegar al Cabo San Román tiene dos alternativas, devolverse por el mismo camino o seguir para darle la vuelta a la Península y terminar en Villa Marina. Es un paseo reservado para vehículos 4x4 y aguarda al viajero otro esplendor: el de los médanos que desembocan en el mar.
Allí, en los llamados Morros de Chuara, desierto y mar cohabitan para maravilla de quien los mira. Se recomienda transitar en estos médanos bien al amanecer o al atardecer, pues la experiencia de recibir allí los primeros atisbos de la noche es, sencillamente, mágica.

No deje de ir...
- Puerto Escondido: Posteriormente a Piedras Negras, a unos 20 minutos, se entra el espectacular acantilado y playa de Puerto Escondido. Allí se encuentra uno de los mejores restaurantes de la zona llamado “Cabo San Román”, famoso por sus langostas frescas. Esta es una playa solitaria, con grandes olas, y es la única ruta para llegar al punto más norte del país. En esta hermosa bahía puede observar un inmenso barco que está encallado en la orilla.
- Punta Macolla: La macolla es un balneario virgen, casi desconocido y poco visitado por los turistas, su atractivo principal es el faro que se encuentra aquí desde 1.902 y fue restaurado en dos ocasiones siendo la última en 1.992. Este faro actualmente se encuentra activo y sirve de guía a las embarcaciones, hay dos forma de llegar desde el cabo San Román o por el suroeste de la Península entrando por Villa Marina en ambos casos se recomienda un vehículo de doble tracción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario